
En el corazón de África, en la nación de Eritrea, dos valientes pastores han sido encarcelados durante más de 19 años por defender su fe. Su difícil situación refleja el sufrimiento de casi otros 400 creyentes eritreos, víctimas de una persecución implacable.
En las prisiones de Eritrea, el pastor Kiflu Gebremeskel y el pastor Haile Nayzgi pasaron más de 7 días de detención sin cargos oficiales de ningún delito. Privados de la posibilidad de gozar de una adecuada defensa jurídica, se encuentran sin garantía alguna de la continuación de los hechos, denuncia Alivio cristiano mundial.
El origen de su terrible experiencia se remonta a 2002, cuando el gobierno de Eritrea ordenó el cierre de la mayoría de las iglesias protestantes, lo que obligó a los creyentes a reunirse bajo tierra en iglesias domésticas y reuniones secretas.
Estos cristianos etiquetados como “traidores” fueron perseguidos implacablemente por las autoridades y arrojados a condiciones infrahumanas, entre campamentos en el desierto, búnkeres subterráneos y pequeños contenedores de transporte.
Selon le Christian Post, los perseguidores intentaron quebrantar su fe haciéndoles una última pregunta:
"¿Negarás a Cristo?"
Ante la adversidad, estos creyentes optaron por permanecer fieles a Jesús, fortaleciendo así la fe de sus hermanos y hermanas de Eritrea.
Un pastor eritreo testificó que su iglesia está progresando incluso en medio de la persecución, enfatizando que nada sucede sin la voluntad de Dios.
Salma El Monser