
"Hasta 780 millones de personas no tienen suficiente para comer. Más de 3 mil millones de personas no pueden permitirse una dieta saludable. Y para 2030, se espera que más de 600 millones de personas todavía pasen hambre".
El miércoles, cinco agencias especializadas de las Naciones Unidas publicaron conjuntamente un informe sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en 2023. Revela que entre 691 y 783 millones de personas enfrentaron hambre en 2022, con un promedio de 735 millones, es decir, 122 millones de personas más que en 2019, antes de la pandemia del COVID19.
El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, habló el miércoles en Los Ángeles, con motivo de la publicación de este reportaje. “En un mundo de abundancia, nadie debería pasar hambre”, lamentó,
"Y nadie debería sufrir la crueldad de la desnutrición. Pero este informe sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición pinta un panorama sombrío de nuestra realidad".
Denunció varios orígenes de esta inseguridad alimentaria: "conflictos, clima, choques económicos y desigualdades".
"Hasta 780 millones de personas no tienen suficiente para comer. Más de 3 mil millones de personas no pueden permitirse una dieta saludable. Y para 2030, se espera que más de 600 millones de personas todavía pasen hambre".
Si de 2021 a 2022 se ha avanzado en la reducción del hambre en Asia y América Latina, sigue aumentando en Asia occidental, el Caribe y África. Según este informe, son las mujeres y las personas que viven en zonas rurales las más afectadas por el hambre.
Los expertos también aportan datos sobre los niños. Ellos afirman que
"A nivel mundial, en 2022, aproximadamente 148,1 millones de niños menores de cinco años (22,3 %) tenían retraso del crecimiento, 45 millones (6,8 %) tenían emaciación y 37 millones (5,6 %) tenían sobrepeso. La prevalencia del retraso del crecimiento y la emaciación fue mayor en las zonas rurales , mientras que el sobrepeso fue ligeramente más frecuente en las zonas urbanas".
Le buena relación también apunta a otra tendencia, la urbanización, que presenta desafíos, incluyendo "el creciente consumo de alimentos altamente procesados en áreas periurbanas y rurales de algunos países", pero también oportunidades, como la expansión "de actividades generadoras de ingresos -empleo agrícola, especialmente para mujeres y jóvenes, o aumentar la variedad de alimentos nutritivos".
“Debemos desarrollar resiliencia ante las crisis y los impactos que alimentan la inseguridad alimentaria, desde los conflictos hasta el clima”, dijo António Guterres el miércoles.
"Necesitamos proteger los avances en la nutrición infantil, especialmente de los riesgos que plantea el aumento de la obesidad. Y debemos asegurarnos de que los sistemas alimentarios sean aptos para el futuro. Eso significa adaptarse a la realidad de una población urbana en crecimiento: el tema del informe de este año ".
MC