
En Sierra Leona, la organización benéfica ha instalado instalaciones sanitarias en el barrio marginal de Freetown y en las escuelas para prevenir enfermedades como el cólera y la fiebre tifoidea.
“¿Ves ese de ahí, parcialmente cubierto con bolsas de plástico? Un hombre acaba de entrar”, dice Isata Koroma, madre de tres hijos, señalando un inodoro colgado en Culvert, un barrio marginal en Freetown, Sierra Leona.
Luego especifica cómo posicionarse, darle la espalda a las alcantarillas para hacer que los desechos caigan al agua sucia de abajo, para poder llevárselos. Aseos que no garantizan ni la privacidad ni la salud de sus usuarios.
Es frente a estos retretes donde se alinean los habitantes de la barriada, explica Isata Koroma. “No teníamos alternativa. Eran todo lo que teníamos”, explica.
Con las aguas residuales y las aguas residuales en las cunetas, enfermedades como el cólera y la fiebre tifoidea aparecen en el barrio pobre.
ACI África luego habla de una niña pequeña, descalza en agua sucia, recogiendo guijarros que puede revender en las obras de construcción.
Es en este contexto que Caritas ha querido actuar e instalar sanitarios tanto en la favela como en las escuelas. También ha establecido estructuras para garantizar que los baños estén bien mantenidos.
MC