En Moscú, el enviado del Papa se encuentra con un funcionario buscado por la CPI y el patriarca ruso

El enviado del Papa para la paz en Ucrania, Matteo Zuppi, se reunió este jueves en Moscú con el comisario ruso para la infancia, objeto de una orden de detención de la Corte Penal Internacional (CPI), y el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Maria Lvova-Belova, acusada por la CPI de "deportación ilegal" de menores ucranianos, dijo que discutió con Zuppi "temas humanitarios relacionados con las operaciones militares y la protección de los derechos de los niños".
“Estoy segura de que el amor y la misericordia cristianos ayudarán al diálogo y al entendimiento mutuo”, agregó en Telegram, acompañando su mensaje con fotos con el cardenal italiano.
Zuppi también habló con el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa Kirill, un encuentro poco común entre los líderes del clero de ambas religiones.
"En un momento en que las relaciones entre Rusia y Occidente están experimentando problemas muy serios (...) es muy importante que todas las fuerzas que deseen preservar la paz y la justicia se unan", dijo el patriarca Kirill, evocando una "amenaza real de un gran evento mundial". conflicto armado".
Llamó, citado en un comunicado de prensa, a sus dos Iglesias a hacer "esfuerzos conjuntos" para "prevenir el desarrollo negativo" de la situación.
“Como cristianos, debemos ayudarnos unos a otros para entender cómo actuar”, agregó el cardenal Matteo Zuppi, según el comunicado de prensa.
El patriarca Kirill, aliado de Vladimir Putin que en el pasado ha justificado la ofensiva rusa, también informó al cardenal de las "persecuciones sufridas" por los ortodoxos en Ucrania, donde la Iglesia cercana a Moscú está bajo presión de las autoridades.
La visita de Matteo Zuppi a Ucrania a principios de junio no supuso un avance en la resolución del conflicto con Rusia, pero el presidente Volodymyr Zelensky subrayó que "la Santa Sede puede hacer una contribución eficaz" a la liberación de los prisioneros de guerra de Ucrania y al regreso de niños "deportados" según Kiev a Rusia.
Kiev estima que al menos 20.000 menores fueron llevados ilegalmente a Rusia.
A mediados de marzo, la CPI emitió una histórica orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, y Maria Lvova-Belova, al determinar que eran responsables del "crimen de guerra de deportación ilegal" de estos menores ucranianos.
Moscú rechaza todas estas acusaciones y afirma haber "salvado" a estos niños de los combates y haber puesto en marcha procedimientos para reunirlos con sus familias.
Matteo Zuppi también asistió a un servicio religioso católico en la catedral de Moscú el jueves por la noche. Debe regresar a Roma el viernes a primera hora de la tarde.
El Consejo Editorial (con AFP)