
Angelina Jolie viajó a Pakistán después de las devastadoras inundaciones. Pide una mayor acción por parte de la comunidad internacional.
La estrella de Hollywood Angelina Jolie, también emisaria del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), visitó Pakistán, donde siete millones de personas han sido desplazadas por las inundaciones. Ella cree que las devastadoras inundaciones en Pakistán deberían servir como una llamada de atención al mundo sobre las consecuencias del calentamiento global y pide más ayuda. "Nunca había visto algo así", dijo el miércoles.
Según los expertos, estas inundaciones fueron provocadas por lluvias monzónicas torrenciales, cuya intensidad se vio incrementada por el calentamiento global. Han cubierto un tercio de Pakistán y han provocado la muerte de casi 1 personas desde junio, según el último informe oficial.
"Estoy resueltamente a su lado cuando se trata de presionar a la comunidad internacional para que haga más (...) Esta es una verdadera señal de alarma para el mundo sobre dónde estamos" en términos de calentamiento global, agregó Angelina Jolie durante una reunión con funcionarios civiles y militares en Islamabad. “El cambio climático no solo es real, no solo está a punto de suceder, ya está completamente aquí”, agregó.
La actriz visitó la provincia de Sind, una de las más afectadas, donde habló con personas desplazadas por las inundaciones y que viven en campamentos. “He hablado con personas que me dicen que si no llega suficiente ayuda, no estarán allí en unas pocas semanas, no sobrevivirán. Hay tantos niños, tan desnutridos”, dijo Angelina Jolie, mientras los desplazados están bajo amenaza, según la ONU, de un “segundo desastre” provocado por enfermedades como el dengue, la malaria, el cólera, la diarrea o la desnutrición.
En comentarios retomados por elAgencia Fides, los obispos pakistaníes de las tres diócesis más afectadas, aseguran que “las inundaciones han destruido casas pero no han quitado la fe a los católicos, que sufren en medio de la crisis”.
“Aún hoy, el escenario es preocupante y doloroso. Sin embargo, los afectados se aferran al instinto de supervivencia y también a la fuerza espiritual interna que siempre impulsa a las personas hacia la vida y las lleva a tener esperanza en el futuro”, dijo el arzobispo Benny Travas, arzobispo de Karachi.
MC (con AFP)