
La investigación avanza en Shakahola, donde se han encontrado 241 víctimas del ayuno mortal iniciado por Paul Mackenzie Nthenge.
La investigación sobre el ayuno mortal en el bosque Malindi de Kenia avanza y revela los primeros "detalles desconcertantes" según Agencia Fides. "La masacre de Shakahola es un crimen bien organizado, bien planeado y bien ejecutado", dijo el ministro del Interior, Kithure Kindiki.
Se identificaron 241 víctimas. Todos fueron empujados a un ayuno mortal para encontrarse con Dios por la predicación del "Pastor" Paul Mackenzie Nthenge de la "Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas".
Pero mientras tanto, el polémico pastor disfrutaba de una instalación especial en la que comía abundantemente. Kithure Kindiki encontró un plan de comidas en el lugar durante una de sus visitas al lugar de la masacre. La agencia Fides informa que la prensa de Kenia dice tres "comidas suntuosas" al día.
A su llegada a Shakahola, los seguidores entregaron todas sus posesiones. Luego se les dio una alfombra, sobre la cual permanecieron sin alimentos ni medicinas, hasta la muerte.
Si bien las autopsias practicadas hasta la fecha revelan que la gran mayoría de las víctimas fallecieron de hambre, también especifican que algunas presentaban traumatismo craneoencefálico y que los niños habían sido asfixiados o estrangulados.
Ciudadano Digital explica estos hechos.
“Fuentes con conocimiento de las investigaciones revelan que en estos matorrales había capataces de ayuno, hombres contratados por Mackenzie para asegurarse de que nadie cambiara de opinión o saliera del bosque, caminaban con palas y cavaban agujeros para enterrar a cualquier persona que encontraban muerta, a veces según para los detectives, son sospechosos de asesinar a personas frágiles, tal vez para ganar tiempo".
Según el ministro, también hay indicios de abuso sexual de algunos de los niños encontrados muertos. La sospecha de sustracción de órganos planteada por la policía al comienzo de la investigación sigue siendo válida.
MC