Confía en Dios para no perder su paz

dios-esta-contigo.jpg

 

Leamos juntos en Isaías capítulo 41, versículo 10. Dice: “No temas, porque yo estoy contigo; No echéis ojos ansiosos, porque yo soy vuestro Dios; Te fortalezco, vengo en tu ayuda, te sostengo con mi diestra triunfante. »

Estas palabras no son solo un aliento, sino también una promesa de Su presencia y una seguridad de que Él está contigo. Si hoy te sientes débil, Él te da fuerzas ahora. Si te sientes solo o perdido, Dios te dice que Él viene a rescatarte ahora. Si sientes que estás a punto de caer, Dios te sostiene con su diestra triunfante.

¿Eres consciente de todos los medios que Dios pone a tu disposición? Dios nos conoce bien y sabe que tendemos a preocuparnos fácilmente. Y cuando miras el mundo en que vivimos hoy, puede ser fácil perder la paz, entre problemas políticos, climáticos, económicos y sociales... Pero en medio de todo esto, Dios habla con ternura y te dice "No no temas, porque yo estoy contigo. »

Si miramos esta promesa en detalle, en la traducción de las palabras hebreas, por "yo te fortalezco" significa: te hago fuerte, alerta, valeroso, valiente y sólido. ¡Consiguelo ahora! Si buscamos “vengo a tu rescate”, significa: vengo en tu ayuda, vengo a ayudarte y vengo a apoyarte. Porque "vengo a apoyarte" significa: te apoyo, te sostengo, te guardo. Y "De mi derecha triunfante" significa: de mi diestra de justicia, rectitud y equidad. Entonces, no nos angustiemos, sea cual sea la situación o la prueba que estemos pasando, porque es una poderosa promesa que Dios nos ha dado allí.

¡Y no ha terminado! Dios nunca nos dijo que no nos encontraríamos con pruebas. Pero también prometió que estará con nosotros, que no se forjará ninguna arma contra nosotros, y sea cual sea el temor que haya en nuestro corazón, una cosa es segura: que Dios no nos dejará indefensos ante él.

Por eso te invito a orar conmigo hoy, y que podamos decirle: "Gracias por tu Palabra que nos consuela, gracias por esta maravillosa promesa que nos confirma que siempre estás ahí para ayudarnos y fortalecernos en cada momento de nuestra vida. Gracias por su lealtad y amabilidad. Gracias por demostrarme siempre que tienes mi vida en tus manos. Gracias por cuidarme en cada detalle. Gracias porque me invitas a no preocuparme, que tu paz guardará mi corazón y mis pensamientos. Y gracias por tu presencia que está conmigo todos los días. ¡Amén! »

Sea bendecido y tenga un buen día.

Sandra Kouamé


En la sección Espiritualidad >



Noticias recientes >