“Iba demasiado lejos”: los excesos de un culto al ayuno mortal en Kenia

Diseño sin título (4)

En medio de voluntarios, con overoles blancos y mascarillas quirúrgicas, Titus Katana revuelve desde hace varios días la tierra ocre del bosque de Shakahola, en el este de Kenia, donde más de un centenar de seguidores de una secta murieron tras ayunar para “encontrarse con Jesús”. .

Este hombre de 39 años con el rostro adornado por una fina barba conoce bien a Paul Mackenzie Nthenge, el "pastor" en el corazón de lo que ahora se llama "la masacre de Shakahola". "Solíamos adorar (a Dios) juntos", dijo a la AFP.

Rezó, e incluso predicó, junto a este taxista que luego se proclamó "pastor" de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva (Good News International Church) que él creó. "No sé qué le pasó", suspira.

Titus Katana afirma haber permanecido "algunos años" en el grupo, sin poder dar fechas precisas.

"Al principio, la Iglesia Internacional de la Buena Nueva no estaba hecha para hacer daño, tenía buenas intenciones (...). Teníamos la impresión de ver a Dios en esta Iglesia", asegura este trabajador informal de Malindi, un pueblo en la costa de Kenia a unos 80 kilómetros de Shakahola.

Le dio la espalda, porque "se han introducido demasiadas leyes pidiendo a las mujeres que no se trencen el pelo, prohibiendo que vayan al hospital o que los niños vayan a la escuela...".

"Iba demasiado lejos para mí. No tuve más remedio que irme y buscar otra Iglesia".

Paul Mackenzie Nthenge fue arrestado en 2017, acusado de radicalización por sus sermones en los que abogaba por no enviar a los niños a la escuela porque, según él, la educación no está reconocida en la Biblia. Había sido puesto en libertad bajo fianza y luego absuelto durante un juicio en 2021.

Macabro "calendario"

Al menos 109 personas, la mayoría niños, han muerto tras seguir los preceptos de ayuno de Paul Mackenzie Nthenge para "encontrar a Jesús".

Titus Katana va todos los días al sitio de investigación donde, durante una semana, no pasa un día sin que los investigadores desentierren cuerpos.

Un amigo suyo le dijo que este ayuno mortal había sido planeado.

"Fue en enero que Paul Mackenzie estableció el calendario: los niños y las personas solteras debían morir primero, seguidos por las madres y luego los padres. Paul Mackenzie y su familia debían ayunar al final".

Según Hussein Khalid, director ejecutivo de la ONG Haki Africa que alertó a la policía de las acciones del "Pastor" Mackenzie, "les dijeron que el mundo se acabaría en junio".

Hasta el miércoles, 39 feligreses habían sido encontrados con vida, deambulando por la "matorral", algunos rechazando el agua y la asistencia ofrecida por los servicios de emergencia. Otros continúan huyendo de los rescatistas, queriendo completar el ayuno.

Bajo la influencia, muchos fieles vendieron "sus propiedades, sus casas, sus negocios (...) para esperar la venida de Jesús" en el bosque de Shakahola, dice.

"Me siento mal por lo que pasó porque conocía a muchos fieles. Ahora están muertos".

El Consejo Editorial (con AFP)

Crédito de la imagen: AFP/ YASUYOSHI CHIBA

Noticias recientes >