
46 corredores partieron este domingo por la mañana desde el Pont de Sully para la 000ª edición de la media maratón de París. Entre los participantes en el recorrido de 29 kilómetros se encontraba Quentin, un joven de 21,1 años con síndrome de Down, quien estuvo rodeado de sus familiares quienes aprovecharon para pedir apoyo a la Fundación Lejeune, que se dedica a la búsqueda de tratamientos para discapacidades intelectuales de origen genético.
La solidaridad es parte del espíritu del deporte, y Quentin pudo beneficiarse de ella y disfrutar de las alegrías de las carreras, sentado en una joëlette tirada por dos de sus hermanos y amigos, informa el sitio Aleteia. Este último se había entrenado durante seis meses para remolcar al joven con síndrome de Down, con el fin de estar fortalecido cuando llegara el día. Y con razón, el pasajero y la silla de ruedas discapacitada representan una masa de 80 kilos. Para sus amigos y la familia de siete niños que siempre han querido llevar a Quentin con ellos los fines de semana y durante las vacaciones escolares, no había duda de que se perderían esta salida. Tuvo lugar bajo el lema "Cap Quentin".
La solidaridad, fuente de alegría
La idea había germinado después de que Pierre-Alexis, un hermano menor de Quentin, y su amigo Philippine participaran en la carrera de los héroes en Lyon en 2022. Este tipo de evento en pleno desarrollo permite a los atletas combinar el placer de correr y apoyar una causa que importa. para ellos, ya sea investigación médica o madres desfavorecidas. "Realmente no sabíamos qué esperar y luego conocimos a muchas familias con un niño con síndrome de Down. Nos conmovieron mucho estos padres que corrían con sus hijos con discapacidades", dice filipina.
En la familia de Quentin, la solidaridad no es una palabra vacía. El niño fue adoptado por unos padres que ya tenían tres hijos, explica Pierre-Alexis, quien señala que el joven "está, por tanto, justo en el medio", "un punto de equilibrio en la familia". Si su madre recuerda que durante el proceso de adopción se advirtió a la pareja sobre los riesgos para las relaciones familiares, los niños notan que Quentin une a la familia y que todos tienen un vínculo muy fuerte con él, precisa el joven deportista solidario que agrega que su hermano “¡trae mucha alegría, calor humano y equilibrio! »
Y en cuanto a una raza de héroes, el pequeño grupo encontró la oportunidad de pedir apoyo para un trabajo que aprecian, el de Fundación Lejeune, creada dos años después de la muerte del profesor de genética Jérôme Lejeune (en 1994), uno de los descubridores del cromosoma supernumerario en el origen de la trisomía 21. La Fundación, a través de su instituto de investigación y asistencia, trabaja en el descubrimiento de tratamientos para reducir la trastornos generados por anomalías genéticas.
Jean Sarpedón