¿Cómo gestionar un conflicto con amigos?

El conflicto, aunque inevitable, rara vez es fácil y nunca es algo en lo que queramos participar, pero a veces es necesario. Lo esencial es la forma en que abordamos los conflictos, sean los que sean, especialmente cuando se trata de amigos. El deseo sincero es manejarlo con respeto, verdad y valor para la relación y todos los involucrados.

El acercamiento divino

La Biblia indica cómo manejar un conflicto con un hermano y un correligionario en orden de eventos. Mateo 18:15-17 dice:

“Si tu hermano ha pecado, ve y devuélvelo entre tú y él solos. Si te escucha, te has ganado a tu hermano. Pero si no te escucha, lleva contigo a una o dos personas, para que todo el asunto se resuelva con la declaración de dos o tres testigos. Si se niega a escucharlos, díselo a la Iglesia; y si él también se niega a escuchar a la Iglesia, sea para vosotros como un pagano y un publicano. »

La clave aquí es pasar por el proceso con la actitud y el manejo correctos del asunto. Mantener el tema original entre tú y la otra persona ayuda a proteger la relación y evita involucrar a más personas de las necesarias.Si hay un problema, se debe tratar con tranquilidad y sin revolver más de lo necesario.

Pero si el problema no se puede resolver entre ustedes dos, el próximo paso es tomar a otros creyentes como testigos y terceros. Es imperativo elegir hermanos que estén arraigados en la verdad, firmes en su fe y que no muestren favoritismo, sino que valoren a cada lado por igual para ser justos.

El último paso deja ir a la persona e indica claramente cuándo hacerlo en el orden de los eventos. Puede ser duro para nuestros corazones cuando las cosas se intensifican a este nivel, pero es bueno saber que has hecho todo lo posible y puedes seguir adelante con esta paz. Mantenga esta escritura cerca de su corazón durante el conflicto e invite al Señor a interceder y ayudarlo a navegar hacia un resultado positivo.

Invita al Señor a que te guíe

Tenemos un gran y santo don de Dios en el Espíritu Santo para guiarnos como consejeros. Juan 14:26 dice:

“Pero el consejero, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que os he dicho. Especialmente cuando se trata de manejar conflictos con amigos, es imperativo invitar al Espíritu Santo para que nos guíe en nuestras palabras, nuestro enfoque, nuestras acciones y nuestro tiempo.

Mantente firme en la verdad con palabras bañadas en miel

Proverbios 16:24 dice: “Las palabras amables son como la miel: dulces para el alma y saludables para el cuerpo. La idea de hablar con dulzura y amabilidad parece contraria en momentos de conflicto, pero debemos recordar que el conflicto no es contra la otra persona; eres tú y la otra persona contra un problema en cuestión. La otra persona es tu amiga, no tu enemiga, y hablar con amabilidad arraigada en la verdad no solo dará lugar a que los verdaderos sentimientos se expresen con seguridad, sino que también estará en orden el respeto.

Respetar a la otra persona

Respetar y tratar a la otra persona con amor es la parte más importante del manejo adecuado de los conflictos. La persona con la que estás hablando es alguien que tienes en tu vida por una razón.

La amas y quieres honrarla en lo más profundo, y conoces la diferencia entre acciones maliciosas y malentendidos. Continúe invitando al Señor a manejar el conflicto apropiadamente, ya sea llegando a una resolución o dejando a la persona o situación; en todos los casos, gestione el conflicto de una manera que respete a la otra persona.

Puede significar reprimir palabras duras o darse por vencido, pero nunca te arrepentirás de tratar a otra persona de la forma en que te gustaría que te traten a ti. Además, mantenga intacto su propio carácter, integridad y reputación para evitar empañarlos con palabras o acciones de las que algún día pueda arrepentirse.

Muchos de nosotros desearíamos que el conflicto pudiera evitarse en la vida, pero a menudo es inevitable. En última instancia, lo que debe esperar es que tenga el control y el poder de elegir cómo se comporta.

Por muy tentador que sea dejar que tu carne tome el control, tómate un momento para calmarte y pregúntale a Dios cuál podría ser el mejor curso de acción. Dios se preocupa por ti y por tu amigo, y al seguir Su camino, puedes saber que has hecho todo lo posible para traer paz, amor y armonía.

La redacción

Artículo de Cally Logan traducido y reproducido en parte del sitio Paso de peatones.