Escaramuzas en Kiev entre creyentes ortodoxos y la policía
El jueves se produjeron enfrentamientos entre ucranianos fieles a una rama de la Iglesia ortodoxa vinculada a Rusia y la policía en Kiev, después de que monjes se negaran a abandonar varios edificios de un famoso monasterio de la capital.
Desde hace varias semanas se desarrolla un conflicto entre las autoridades ucranianas y el clero de la Lavra de las Cuevas de kiev, en el contexto de la invasión rusa del país.
Las autoridades ucranianas rescindieron el contrato de arrendamiento con esta Iglesia acusándola de violaciones durante el uso de la propiedad del monasterio y exigieron que los monjes abandonaran su recinto, pero los dignatarios se negaron y presentaron una denuncia ante los tribunales.
El jueves, mientras la policía sellaba varios edificios administrativos en este monasterio del siglo XI, un grupo de fieles salió a protestar y rezar afuera.
"En la Lavra de las Cuevas, la policía usó la fuerza contra los creyentes" y "les impidió asistir a un servicio religioso, en contra de la legislación ucraniana", acusó la Iglesia en Telegram.
Publicó un video en el que se puede ver a un hombre con una bandera ucraniana siendo arrastrado por la policía. En otro video que circula en las redes sociales, se ve a un hombre y varias mujeres empujándose con policías cerca del monasterio.
Clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el monasterio, que domina las orillas del Dniéper, alberga la sede de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana sujeta al Patriarcado de Moscú antes de la invasión rusa lanzada en febrero de 2022.
Este complejo es el más grande del país con 22 hectáreas, ubicado en el corazón de la capital ucraniana.
Esta Iglesia anunció el año pasado la ruptura de sus lazos con el Patriarcado de Moscú, cuyo líder, Kirill, apoyó la invasión. Pero el gobierno ucraniano cree que esta confesión sigue dependiendo de facto de Rusia.
Moscú ha calificado de "ilegal" el plan de las autoridades ucranianas de expulsar a los monjes de Lavra, considerado un lugar sagrado.
El Consejo Editorial (con AFP)
