En Italia, la anunciada victoria de la ultraderecha

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En las últimas elecciones legislativas italianas, celebradas en marzo de 2018, los "Fratelli d'Italia" obtuvieron solo el 4,4% de los votos. Cuatro años y medio después, la formación de extrema derecha es, según todas las encuestas, a punto de lograr una victoria histórica el 25 de septiembre.

De confirmarse las tendencias anunciadas por los sondeos de opinión, los Hermanos de Italia serán, a partir del lunes, el primer partido del país y formarán gobierno con sus socios de coalición: la Liga, de Matteo Salvini, y Forza Italia, de Silvio. Berlusconi. La líder de los “Hermanos”, Giorgia Meloni, de 46 años, se convertiría en primera ministra.

El linaje histórico de los Hermanos de Italia que se remonta a los neofascistas de la posguerra, este advenimiento estaría cargado de significado. De hecho, el símbolo mismo del partido (una llama tricolor) es el mismo que el de sus predecesores. Alianza Nacional, Y el movimiento social italiano, fundada por veteranos de la República Social Italiana de Mussolini.

 

El ascenso de los Hermanos de Italia. Instituto Piepoli, Autor proporcionado

El resultado de esta elección ya se considera inevitable, no solo porque el margen de diferencia en las encuestas es muy amplio, sino también porque los partidos de centro e izquierda no han logrado formar una coalición antes de la fecha límite. Esta incapacidad de ponerse de acuerdo es para la izquierda una forma de suicidio político. la sistema electoral italiano –en parte mayoritario y en parte proporcional– favorece a los partidos que celebren pactos preelectorales y formen grandes coaliciones. Sin embargo, el Partido Demócrata rechazó una alianza con el Movimiento 5 Estrellas por el papel que jugó este último en la caída del gobierno de Mario Draghi, Julio pasado.

En cuanto a "tercer polo", de centro, creada por dos pequeños partidos, por su parte se negó a aliarse con el Partido Demócrata por la proximidad de este último a la Izquierda Ecológica.

Resultado: la coalición de derecha podría, con más del 40% de los votos, obtener más de dos tercios de los escaños en el Parlamento italiano.

Posiciones alarmantes

Una mayoría de este tamaño permitiría al gobierno modificar la Constitución e introducir la elección del presidente por sufragio universal directo, una idea en la que los tres partidos de la coalición parecen estar de acuerdo.

Cuando una figura política de extrema derecha como Meloni habla de reemplazar la democracia parlamentaria por una “democracia popular”, preocupa a muchos italianos. Sin embargo, los temores de un retorno al fascismo tal como existió en Italia pueden parecer exagerados. Un examen detallado de cualquier área política (integración europea, inmigración, crisis energética, guerra en Ucrania) revela diferencias significativas entre los tres partidos de derecha. No es seguro que puedan formar un gobierno coherente y menos que logren llevar a cabo una revisión constitucional radical.

 

Las posiciones adoptadas por los Hermanos en Italia también parecen a menudo incompatibles, incluso contradictorias entre sí. Esto se explica por el hecho de que Meloni está dirigido a dos públicos. Uno necesita estar seguro sobre el extremismo que mostrará una vez elegida; el otro está formado por miembros del partido, activistas y simpatizantes que necesitan saber acerca de los cambios que se avecinan, tienen una motivación ideológica y están más interesados ​​en el tono y el panorama general que en los detalles.

Europa y Rusia

La postura de Meloni sobre Europa es otro motivo de preocupación. Aunque se declara a favor de mantener a Italia en la Unión Europea, también quiere revisar varios acuerdos financieros con la UE. En cuanto a los otros dos partidos de su coalición, son bien conocidos por su euroescepticismo. Su programa ("Por Italia") que dice que quiere un UE más política y menos burocrática, preocupado por su verdadero significado.

¿Qué pasa con la línea italiana sobre la cuestión de Ucrania? Tanto Europa como Rusia se preguntan si el resultado de las elecciones podría conducir a un cambio en la posición del gobierno italiano, lo que socavaría el frente único de los occidentales. Si Meloni parece alineado con la posición europea, Salvini et Berlusconi son, por su parte, escépticos sobre esta línea dura con respecto a Moscú, incluso se oponen abiertamente a ella.

El Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. recientemente revelado evidencia de que Rusia está brindando ayuda financiera en secreto a una amplia red de partidos (aún sin nombre), incluidos los italianos, para interrumpir los procesos democráticos y promover la llegada al poder de formaciones pro-Moscú. Se sospecha que los partidos de derecha italianos se han beneficiado de este apoyo.

Mientras tanto, Italia se encuentra en una situación económica que se deteriora significativamente y está particularmente expuesta a la crisis del gas en Rusia. El Fondo Monetario Internacional estima que un embargo sobre el gas ruso conduciría a un contracción económica en más del 5%, más que en todos los demás países de la UE excepto Hungría, Eslovaquia y Chequia.

El país también se vería afectado por la decisión del Banco Central Europeo revisar a la baja su programa de estímulo: el BCE debería continuar con su política de subida de tipos de referencia iniciada a mediados de año para contrarrestar la inflación y frenar sus compras de bonos soberanos.

No es de extrañar que los inversores estén vendiendo bonos italianos y fondos de cobertura apostar fuertemente a la baja en estos bonos. En definitiva, los mercados están preocupados, aunque descontan, por así decirlo, las expectativas de una victoria de la derecha, lo que podría compensar una caída drástica tras las elecciones.

Una situación comparable a la de 2018

Cabe señalar que Italia ya se ha encontrado en una posición política similar. Durante las elecciones generales de 2018, algunos temieron las consecuencias de la llegada al poder de un partido populista, en este caso el Movimiento 5 Estrellas. Este último, con una puntuación extraordinaria del 32,7% de los votos, había formado gobierno con la Liga de Salvini. Sin embargo, ese gobierno resultó irremediablemente dividido (algunos incluso dirían que incompetente) y colapsó un año después. Según las encuestas de opinión de hoy, el Movimiento 5 Estrellas es ahora una fuerza política casi marginal.

Lo que distingue el contexto de 2022 del de 2018 es que por primera vez los herederos del neofascismo están a punto de llegar al poder. No debemos olvidar que el sistema político italiano es difícil de monopolizar y aún más difícil de reformar. En resumen, la amenaza que representa Meloni aún no está determinada.

Martín J Toro, Catedrático de Política, Universidad de Salford

Este artículo ha sido publicado de nuevo. La conversación bajo licencia Creative Commons. Lee elarticulo original.

 


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