
Durante una conferencia de prensa desde Mogadishu, un alto funcionario de las Naciones Unidas advirtió en "una advertencia final" de la hambruna que amenaza a Somalia.
“El hambre está llamando a la puerta. Hoy es una advertencia final", dijo el lunes Martin Griffiths, jefe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, durante una conférence de presse de la capital somalí.
Agregó que la situación y las tendencias se asemejan a las observadas durante la hambruna de 2010-2011, con pronósticos aún "peores".
Según el alto funcionario de la ONU, lo que está en duda son décadas de conflicto, problemas económicos, falta de lluvia y, por lo tanto, sequía, así como desplazamientos masivos de población. Condiciones que es probable que duren, "al menos hasta marzo de 2023".
Martin Griffiths estima que casi la mitad de la población, o un total de 7,8 millones de personas, están afectadas por "la sequía histórica", mientras que 213 están "en gran peligro de morir de hambre".
“Me entristece decir que no estoy sorprendido por estos resultados. El tiempo se acaba, y pronto terminará. Pero el pánico no ayuda a quienes necesitan y merecen nuestra ayuda”, continuó.
“El mundo debe actuar ahora”
También informó estar "profundamente conmocionado por el nivel de dolor y sufrimiento que tantos somalíes están soportando", y contó que se encontró con "niños tan desnutridos que apenas podían hablar" en Baidoa. Según la ONU, un millón y medio de niños enfrentarán desnutrición aguda para octubre en el país del Cuerno de África.
Para evitar esta catástrofe, Martin Griffiths aseguró que la comunidad internacional aún tiene “una oportunidad, pero muy poco tiempo”. Recordó que las organizaciones humanitarias en particular necesitan más fondos.
También hablando desde la capital de Somalia, Mogadishu, la directora de emergencias del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, Margot van der Velden, instó a la comunidad internacional a no esperar a "una declaración oficial de hambruna para actuar".
“El mundo debe reaccionar ahora, mientras todavía tenemos la oportunidad de evitar una catástrofe”, enfatizó.
Camille Westphal Perrier