Obispo sancionado por Roma por voyerismo: la Iglesia quiere comunicarse más claramente con los fieles

La falta de comunicación tras las sanciones tomadas por Roma contra el ex obispo de Créteil acusado de voyerismo debe llevar a la Iglesia a "considerar cambios en (sus) procedimientos", reaccionó el viernes el presidente de la Conferencia Episcopal de Francia, obispo Eric de Moulins. -Beaufort.
“La revelación en la prensa de hechos graves que implican a Monseñor Michel Santier es una conmoción para muchos fieles”, escribió en un comunicado de prensa, una semana después de las revelaciones del semanario Famille Chrétienne, seguidas de detalles proporcionados por la diócesis de Créteil el su ex obispo.
Retirado en 2021, Michel Santier había sido sancionado en noviembre del mismo año por las autoridades vaticanas por "abuso espiritual que ha llevado al voyerismo sobre dos hombres adultos", cometido en la década de 1990 en el marco de la confesión, cuando era sacerdote en Coutances (Manche) y director de la Escuela de Fe, una escuela de formación en oración para jóvenes de 18 a 30 años.
Otras víctimas acaban de darse a conocer, dijo el jueves el arzobispo de Rouen, monseñor Dominique Lebrun, quien dijo haber enviado un informe a Roma y aseguró que el fiscal también fue informado.
Además de "el sentimiento de traición, la tentación al desánimo, (...) la incomprensión y la ira" que sienten muchos ante estos hechos, "también escucho y recibo las críticas formuladas en torno a la falta de comunicación por parte de los medidas romanas cuando fueron promulgadas”, escribió el obispo de Moulins-Beaufort.
“También escucho el pedido de mayor claridad sobre estos procedimientos canónicos y las medidas que pueden derivarse de ellos”, continúa, evocando “una tensión entre las exigencias del derecho canónico, su uso, sus interpretaciones que pueden variar de 'un experto a otro, las prácticas de justicia en nuestro país, el respeto a las personas y la exigencia de transparencia'.
“Necesitamos pensar en cambios en nuestros procedimientos, en nuestra forma de llevarlos a cabo y de comunicar los resultados”, concluye, indicando que los obispos comenzarán a trabajar en ellos durante su asamblea plenaria, en noviembre en Lourdes.
También deberá formular recomendaciones un grupo de trabajo constituido a fines de 2021 sobre buenas prácticas ante denuncias. Todos estos pensamientos y propuestas serán luego enviados a Roma, dice.
El Consejo Editorial (con AFP)