
Mientras el presidente de la República acaba de anunciar el lanzamiento de una consulta ciudadana sobre el final de la vida, la Federación protestante de Francia quiere participar en el debate y recuerda “los principios estructurantes que guían su reflexión ética” sobre este tema. los Los obispos franceses se pronuncian contra la eutanasia en una columna publicada en Le Monde.
El martes pasado, el presidente de la República Emmanuel Macron anunció el lanzamiento una amplia consulta pública sobre el final de la vida con miras a un posible nuevo "marco legal" a finales de 2023.
Este anuncio, que se produce cuando por primera vez el Comité Consultivo Nacional de Ética (CCNE) se pronunció a favor de la legalización de la eutanasia, reaccionó ante los representantes de las confesiones protestante y católica.
La Federación Protestante de Francia (FPF) ha publicado en particular un comunicado de prensa en respuesta al informe del CCNE.
Miedo a “razones económicas o ideológicas”
En este documento, los protestantes afirman saludar “el estímulo del CCNE para desplegar las medidas de salud pública necesarias para el desarrollo de los cuidados paliativos así como para un mejor conocimiento y aplicación de la ley Leonetti-Clayes”. También escriben para tomar nota de “las reservas expresadas por ocho miembros del CCNE” y comparten “el temor” de que “el desarrollo legislativo propuesto esté motivado principalmente por razones económicas o ideológicas”.
La FPF añade que apoya "la perspectiva de una convención de ciudadanos y un gran debate nacional" y anunció que, en consulta con los otros líderes de las religiones en Francia, participará en el debate "de manera activa".
En conclusión, la FPF recuerda “los cuatro principios estructurantes que orientan su reflexión ética sobre el final de la vida”:
- Dios es el origen de toda vida. Para los cristianos, la dignidad es intrínseca a toda persona porque ha sido creada a imagen de Dios; no se adquiere ni se pierde.
- La vida es un don, una gracia. Es parte de una interdependencia, donde todos son, al mismo tiempo y sucesivamente, ayudados y ayudando.
- La finitud es un elemento estructurante de la condición humana.
- El principio de la compasión fraterna con los más vulnerables.
Los obispos de Francia también se pronunciaron sobre este tema al publicar el 16 de septiembre una Tribuna contra la eutanasia en el periódico Le Monde.
“Escuchamos las preguntas de nuestra sociedad. Somos sensibles al sufrimiento de las personas que se encuentran enfermas al final de su vida o muy afectadas por patologías graves. Percibimos la angustia de quienes les rodean, abrumados por su sufrimiento, incluso desesperados por un sentimiento de impotencia. Sabemos bien que las cuestiones del final de la vida y el acercamiento de la muerte no pueden abordarse de manera simplista”, escriben en la apertura.
Solidaridad y fraternidad
Este alegato es ante todo un llamamiento al desarrollo de unidades de cuidados paliativos. Los obispos recuerdan, en efecto, que desde hace “varias décadas, se ha ido encontrando poco a poco en nuestro país un equilibrio para evitar tratamientos agresivos y promover los cuidados paliativos”. También creen que este cuidado “ha hecho avanzar la solidaridad y la fraternidad en nuestro país”.
Sin embargo, señalan que este cuidado “todavía está ausente en una cuarta parte de los departamentos franceses”, llamando, como el CCNE, a eliminar estos “desiertos paliativos”.
Los signatarios de este foro también instan a las autoridades a no abordar este tema "tan sensible y tan delicado", "bajo presión" ya tomar en cuenta el resultado de una reflexión colectiva.
“Es necesario escuchar con seriedad y serenidad a los cuidadores, a las asociaciones de pacientes, a los cuidadores, a los filósofos, a las diferentes tradiciones religiosas para garantizar las condiciones de un auténtico discernimiento democrático. »
“Las respuestas que colectivamente seremos capaces de dar condicionan nuestra capacidad de promover una auténtica fraternidad”, escriben para concluir, recordando que ésta sólo puede construirse “en una exigencia de humanidad donde cada vida humana sea respetada, apoyada, honrada”. .
Camille Westphal Perrier