
En Pakistán, un cristiano acusado de blasfemia tuvo que abandonar su casa y sacar a sus hijos de la escuela con la esperanza de que no lo encontraran.
James Masih trabaja en el Hospital Chaubara en la sede de Tehsil, provincia de Punjab, Pakistán. Es cristiano y acaba de ser acusado de blasfemia por un paciente.
Un video, publicado en redes sociales y que se ha vuelto viral, lo muestra acompañando a la paciente a su habitación, a lo que ella se niega, hasta que llega una enfermera. Después de realizar su examen, la paciente acusa a James Masih de haber blasfemado contra Mahoma.
Si James niega esta acusación, ella sabe lo que significa para él. “Conozco la sensibilidad de esta información, es una sentencia de muerte en mi contra”, dijo en comentarios recogidos por el Centro de Asistencia Legal y Asentamiento (CLAA). Según el Código Penal de Pakistán, la blasfemia puede castigarse con la muerte o cadena perpetua.
Masih y su familia tuvieron que abandonar su hogar. Ahora se mueven para no ser vistos. Los niños tuvieron que dejar su escuela.
“Estoy muy preocupada por mi seguridad y la de mi familia y no sé cómo podemos vivir aquí pero una cosa es cierta, no tengo futuro y si me encuentran me matan y no sé. no lo que va a pasar con mi familia. Este es un tema muy delicado, y en tales casos la gente se emociona mucho. Pueden matarme en el acto, como suele ocurrir en estos casos. Hay una serie de ejemplos en los que personas inocentes han sido asesinadas por los cargos de una persona. »
Según la esposa de James Masih, la paciente es la viuda del conductor del tuk-tuk que llevaba a sus hijos a la escuela. El matrimonio cristiano le debe 400 rupias, pero la mujer reclama 4000, menos de 20 euros. “Soy analfabeta y no sé cómo se resolverá este caso ni cómo mi marido podrá demostrar que es inocente”, lamenta.
MC