“No me quiero morir, pero me quiero morir”: impactante texto de un hombre en una residencia de ancianos

“En este momento, estoy pasando por el peor período de mi vida. Vivo en una casa de retiro. No puedo ver. No puedo oir. No sé leer. No puedo caminar. A veces me pregunto por qué sigo vivo. »
Tom es un cristiano de casi XNUMX años. Acaba de escribir su testimonio para la serie. Historias de fe de la eternidad. Revela cómo decidió “aferrarse a Dios todos los días”.
“En este momento, estoy pasando por el peor período de mi vida. Vivo en una casa de retiro. No puedo ver. No puedo oir. No sé leer. No puedo caminar. A veces me pregunto por qué sigo vivo. »
Pesado balance que el nonagenario elabora sobre su existencia actual. “Le pregunto a Dios por qué no me lleva. En enero del próximo año cumpliré 100 años. A veces me cansa”, añade antes de expresar su desesperación, “no me quiero morir, pero me quiero morir”.
Entonces el hombre evoca sus recuerdos felices. Primero, su esposa Hazel. “Los años de nuestro matrimonio fueron los años más felices de mi vida”, recuerda, “pienso en ella todo el tiempo, todos los días, era una mujer maravillosa”.
Fue cuando murió su esposa que Tom fue a la iglesia, siguiendo el consejo de su hijo. No había puesto un pie allí desde la infancia.
Tom luego relata las horas "oscuras".
“A veces está oscuro en mi mente. Anoche fue así. Tuve una noche oscura y la oscuridad era peor que el dolor físico. »
Pero explica que por la mañana se recuerda a sí mismo que debe “aferrarse a Jesús”.
“Pero en la mañana cuando me desperté, pensé: 'Tengo que aferrarme a Jesús. »
Estas palabras son las de su pastor, que lo visita todas las semanas. "Él es lo mejor en mi vida en este momento", dice Tom.
Así concluye su testimonio afirmando su confianza en Dios, “sé que me oye cuando oro”.
“A menudo me pregunto por qué Dios permite el sufrimiento y la preocupación por mis dos hijas. Pero yo creo en Jesús. Creo en el cielo y rezo a Jesús todas las noches. Sé que Dios me escucha. Sé que me escucha cuando oro. »
MC