
Uno de los pastores más influyentes de Kenia, detenido el jueves, está acusado del "asesinato en masa de sus fieles", un nuevo escándalo religioso en unos días en el país aún sacudido por la muerte de casi un centenar de seguidores de otra "iglesia".
Ezekiel Odero, director del Centro de Oración e Iglesia Nueva Vida, "ha sido arrestado y enfrenta cargos penales en relación con el asesinato en masa de sus fieles", dijo el ministro del Interior, Kithure Kindiki, en un comunicado.
"Se ha cerrado dicha iglesia. Se ha evacuado a las más de 100 personas que estaban encerradas en el recinto", añade el ministro.
La prefecto de la región costera Rhoda Onyancha anunció el jueves por la mañana su arresto en la ciudad de Malindi. Ezekiel Odero, todo vestido de blanco, Biblia en mano, fue trasladado a la jefatura regional de policía en Mombasa.
El teleevangelista acomodado suele atraer multitudes a su iglesia, con capacidad para unas 40.000 personas al sur de Malindi. Según él, los pedazos de telas "sagradas" que se venden en sus reuniones pueden curar enfermedades.
Esta detención se produce cuando las autoridades anunciaron medidas contra sectas "inaceptables", calificadas como "terroristas", tras el hallazgo de decenas de cuerpos de seguidores de otra secta, la Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas (Good News International Church), que conmocionó al país de África Oriental.
Un total de 98 personas -la mayoría niños- han muerto tras seguir los preceptos del "pastor" Paul Mackenzie Nthengue, que predicaba el ayuno extremo como forma de encuentro con Dios.
Los investigadores temen encontrar nuevas víctimas durante la búsqueda de fosas comunes que continúa en el bosque de Shakahola, a unos 80 kilómetros al oeste de Malindi.
"Ideologías inaceptables"
La policía no ha hecho ninguna conexión entre el arresto de Ezekiel Odero y Paul Mackenzie Nthenge, quien se encuentra actualmente bajo custodia.
Al menos 22 personas han sido arrestadas en lo que ahora se llama "la masacre de Shakahola".
Se prevén procesos por "terrorismo" contra Paul Mackenzie Nthenge, indicó el martes el Sr. Kindiki.
El presidente de Kenia, William Ruto, quien comparó a Mackenzie con un "terrorista", prometió tomar medidas contra los pastores autoproclamados "que quieren usar la religión para promover ideologías turbias e inaceptables".
Este caso también generó muchas dudas sobre las fallas de las autoridades policiales y judiciales, que conocían al "pastor" desde hacía varios años.
Fue arrestado por primera vez en 2017, acusado de "radicalización" porque abogaba por no enviar a los niños a la escuela, alegando que la educación no estaba reconocida en la Biblia.
Fue arrestado nuevamente el mes pasado, luego de que dos niños hambrientos fueran asesinados por sus padres vinculados a una secta. Había desestimado los cargos y quedó en libertad bajo fianza de 100.000 chelines kenianos (unos 670 euros).
Hay más de 4.000 iglesias en Kenia, un país de unos 50 millones de habitantes, según cifras oficiales.
El Consejo Editorial (con AFP)