
Dieciocho meses después de una animada polémica por una subvención a una mezquita turca, la ciudad de Estrasburgo adoptó este lunes nuevas normas sobre la financiación de los lugares de culto, limitando la participación del municipio y reforzando la consulta del Estado.
“Nos estamos dando un marco claro, transparente, compartido”, que permita “garantizar los principios de neutralidad, transparencia y equidad”, explicó la alcaldesa de la EELV de Estrasburgo, Jeanne Barseghian, durante una reunión del Consejo municipal.
Después de largas ya veces animadas discusiones, el Ayuntamiento de Estrasburgo votó 46 votos a favor (16 abstenciones y ningún voto en contra) para una deliberación que fijó el apoyo de la ciudad a asociaciones religiosas y proyectos religiosos en un máximo de un millón de euros. Esta financiación no podrá superar “más del 10% del gasto total” para la creación o ampliación de un lugar de culto.
Además, la elegibilidad de las solicitudes de subvención está condicionada a la presentación de "un plan de financiación equilibrado" y "a la firma del contrato de compromiso republicano". No se podrá volver a presentar ninguna solicitud de financiación para el mismo lugar de culto antes de transcurridos diez años.
Para nuevos lugares de culto o proyectos importantes, se propone que el prefecto o el prefecto "sean solicitados para una opinión sobre el proyecto", en particular para permitir "informar al municipio sobre los posibles vínculos de la asociación con potencias extranjeras" o sobre «cualquier alerta relativa a la seguridad nacional y/o excesos fundamentalistas o sectarios».
El municipio ecológico había estado en el centro de una viva polémica con el Estado en marzo de 2021 tras la votación del Consejo Municipal sobre el principio de una posible subvención de 2,5 millones de euros para la construcción, aún en curso, de la mezquita Eyyub Sultan, apoyado por la asociación turca Millî Görüs.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, acusó al municipio de financiar “interferencias extranjeras” en suelo francés, lo que provocó intercambios muy acalorados entre el ayuntamiento y la prefectura. Millî Görüs había desistido finalmente de solicitar esta subvención, evitando que la ciudad de Estrasburgo tuviera que decidir definitivamente sobre su concesión.
A pesar del régimen específico de Alsacia-Mosela, donde no se aplica la ley de separación de Iglesias y Estado de 1905, el alcalde de Estrasburgo subrayó que la concesión de una subvención para un nuevo lugar de culto no entraba en "ningún automatismo". "No hay derecho a ser financiado, sino una posibilidad", agregó.
El Consejo Editorial (con AFP)