
El líder de los ortodoxos rusos, el patriarca Kirill, consideró "histórica" la decisión de Vladimir Putin de devolver a la Iglesia el icono de la Trinidad de Andrei Rublev, una obra maestra del siglo XV confiada a la galería Tretyakov en 1929, cuando Rusia se enfrenta a "enormes fuerzas enemigas". ".
El icono, transmitido a la Iglesia este fin de semana pese a las protestas de los conservadores que lo consideran demasiado frágil, fue colocado el sábado por la noche en la Catedral de Cristo Salvador, reconstruida en la década de 1990 tras ser dinamitada bajo Stalin.
El patriarca Kirill subrayó durante una misa que el presidente ruso, que devolvió el icono por decreto el mes pasado, había tomado una "decisión histórica" en un momento crítico "cuando nuestra patria se enfrenta a inmensas fuerzas enemigas".
“Eventos como este no suceden sin la intervención divina”, dijo Kirill, de 76 años, quien está bajo sanciones del Reino Unido y Canadá por apoyar la ofensiva militar contra Ucrania.
El icono, que representa a tres ángeles sentados a una mesa, pintado por el monje y pintor Andrei Rublev, canonizado en la década de 1980, había sido donado a la famosa Galería Tretyakov de Moscú por las autoridades soviéticas en 1929.
La Iglesia rusa ha exigido su regreso en varias ocasiones desde la desaparición de la URSS.
El patriarca subrayó que los líderes de la Iglesia habían rezado para que Dios "ayudara a nuestra patria", por el ejército ruso y "rezaron también por nuestro presidente ortodoxo, Vladimir Putin".
El Consejo Editorial (con AFP)