
Durante el verano, lo invitamos a encontrar artículos distribuidos este año en el sitio. Hoy un artículo publicado originalmente el 17/11/2022.
"Comprometerse con la justicia climática" es el título de un libro publicado por Editions Scriptura de la Federación Protestante de Francia (FPF) en octubre de 2022.
Según la estimación oficial de las Naciones Unidas, la población mundial ha superado los 8 mil millones desde el martes, la ONU ve esto como "un hito importante en el desarrollo humano" así como un recordatorio, en medio de la COP27, de "nuestra responsabilidad compartida para cuidar nuestro planeta".
La cumbre que culminará mañana viernes 18 de noviembre se lleva a cabo este año en Egipto, en el continente africano, lo que permite precisamente resaltar la importancia de la justicia climática. Efectivamente, son los países del Sur, entre los más pobres, los primeros afectados por los efectos del cambio climático, aunque en general han contribuido poco al calentamiento de nuestro planeta, a diferencia de las potencias industrializadas.
Esta demanda de justicia ambiental ha sido fuertemente afirmada por líderes religiosos a lo largo de los años. Ya en 1974, la asamblea del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) en Nairobi formuló el concepto de una sociedad "justa, participativa y sostenible". Y en la COP21, el CMI hizo un llamado a los gobiernos para garantizar la protección de los más pobres y vulnerables contra los efectos del calentamiento global.
Los autores de latrabajo colectivo propuestas por la FPF sobre este gran tema de nuestro tiempo, ofrecen desde un inventario científico, reflexiones bíblicas y teológicas para reflexionar sobre una acción cristiana concreta ya sea a nivel colectivo, político o personal.
En el prefacio, el presidente de la FPF, François Clavairoly, escribe con razón que "las líneas" de este libro "llaman al lector a captar lo que está pasando".
Lo embarcan, como Noé que embarca a los vivos para preservarlos de la desgracia, no sólo para escapar de él por un momento o cuarenta días, ni para olvidar el mundo, sino al contrario en la espera de volver a la tierra y acercarse a ella. , más consciente y más responsable y en la impaciencia finalmente apaciguada de un nuevo comienzo hecho posible en nombre de una promesa aún incumplida.
Una obra llena de esperanza y vías para aprehender el futuro. Lejos de hacer que las personas se sientan culpables o fomentar cualquier eco-ansiedad, nos invita a los cristianos a actuar en el seguimiento de Cristo.
“Ante la magnitud de la tarea y los cambios que a veces exigen verdaderas renuncias, puede ser tentador desanimarse. Pero debemos actuar. Recordar la gracia de Dios sobre nuestro 'pecado climático', su llamado a ser actor de la justicia climática, y dejar seamos guiados por él".
"Se te ha hecho saber, oh hombre, lo que es bueno; y lo que el Señor requiere de ti es que hagas justicia, que ames la misericordia, y que camines humildemente con tu Dios". Miqueas 6:8
Camille Westphal Perrier