Emiratos inaugura un centro interreligioso que alberga una iglesia, una mezquita y su primera sinagoga

Emiratos Árabes Unidos ha inaugurado un centro interreligioso que alberga una mezquita, una iglesia y la primera sinagoga oficial del país, que ha normalizado sus relaciones con Israel y multiplica iniciativas para mostrarse como un país musulmán abierto.
El estado del Golfo rico en petróleo, compuesto mayoritariamente por expatriados, estableció lazos diplomáticos oficiales con Israel en 2020 y desde entonces ha estado impulsando proyectos dirigidos a la pequeña comunidad judía.
La Casa de la Familia Abrahámica (la casa de la familia Abrahámica, Ed), con sus tres lugares de culto monoteístas, fue inaugurada este jueves en la capital Abu Dabi.
El centro pretende ser "una plataforma de aprendizaje y diálogo, un modelo de convivencia", ha dicho su presidente, Mohamed Khalifa Al-Mubarak, en una nota de prensa publicada este viernes.
“Los visitantes son bienvenidos a participar en los servicios de la iglesia, visitas guiadas, celebraciones y oportunidades para explorar la fe”, agregó.
Los Emiratos Árabes Unidos tienen pocas iglesias o templos hindúes, a pesar de una gran cantidad de fieles cristianos, especialmente trabajadores filipinos, e hindúes, que han venido de la India.
La única otra sinagoga presente en un país árabe del Golfo está en Bahrein, que alberga una pequeña comunidad judía.
La Asociación de Comunidades Judías del Golfo aplaudió la iniciativa emiratí. “Hay algo muy especial en la construcción de una sinagoga en un país musulmán”, dijo en un comunicado.
Situación de los cristianos
Organización Puertas abiertas indica que hay pocos "cristianos de la población local", estando la Iglesia formada "por trabajadores inmigrantes de Asia, África y Occidente". Añade que la sociedad "es relativamente tolerante con los cristianos extranjeros si no son de origen musulmán" en este país donde el Islam es la religión del Estado y la legislación se basa en la Sharia.
Sin embargo, si son "libres de reunirse en los lugares de culto o en las casas de los demás", por otro lado, "no tienen derecho a hablar de su fe a los musulmanes y ninguna celebración puede hacerse públicamente".
En cuanto a los cristianos de origen musulmán, se encuentran bajo "una presión terrible por parte de sus familias, sus empleadores y la sociedad" y corren un gran riesgo si son descubiertos.
"Si son descubiertos, corren el riesgo de perder su herencia y sus derechos parentales, ser forzados a casarse y despedidos. Muchos buscan asilo en otro país".
Camille Westphal Perrier (con AFP)
Crédito de la imagen: Creative Commons / Wikimedia