
Archie Battersbee, de 12 años, ha estado en soporte vital desde abril en el Reino Unido. Su familia se niega a que lo desconecten contra el consejo de la profesión médica, en particular por motivos religiosos. Si bien los tribunales una vez más se han puesto del lado de los médicos y el Tribunal de Apelación se ha negado a llevar su caso ante las Naciones Unidas, los padres desean apelar ante el Tribunal Supremo.
El Christian Legal Center (CLC) anunció en un comunicado de prensa que los padres de Archie Battersbee presentarán este jueves una "solicitud urgente" ante el Tribunal Supremo del Reino Unido. Quieren impugnar una decisión del Tribunal de Apelación que les impide “llevar su caso a las Naciones Unidas”.
lunes 25 de julio, los padres del niño han perdido otra batalla legal mantener a su hijo con soporte vital. El Tribunal de Apelación consideró que era de interés del paciente suspender los tratamientos, coincidiendo con la profesión médica.
Tras esta sentencia, la familia presentó una “solicitud de suspensión” a fin de permitirles llevar su caso ante la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. El Tribunal de Apelación acordó extender la suspensión hasta el 28 de julio a las 14:XNUMX horas, pero solo para presentar su solicitud ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), y no ante Naciones Unidas.
Según el CLC, el TEDH "tiene un historial de rechazo de reclamos de los padres en casos de final de vida como el de Archie".
Sus padres, Hollie Dance y Paul Battersbee, planean el jueves pedir permiso a la Corte Suprema para apelar esta decisión, decididos a presentar su solicitud ante las Naciones Unidas.
El Tribunal Supremo del Reino Unido es el tribunal supremo del poder judicial en el Reino Unido.
archie battersbee, de 12 años, sufrió daño cerebral severo después de un incidente el 7 de abril. Su madre lo encontró inconsciente después de participar en un "desafío" en Internet. Colocado en soporte vital, no ha recuperado el conocimiento desde entonces. Mientras los médicos quieren detener los tratamientos, sus padres luchan para contrarrestar esta decisión.
Dance dijo que pensaba que su hijo "necesitaba más tiempo" para recuperarse. “No estamos de acuerdo con la idea de la dignidad en la muerte. Imponerlo a nosotros y acelerar su muerte con este propósito es profundamente cruel”, agregó.
Ella cree que "depende de Dios decidir qué debe pasarle a Archie, incluso si, cuándo y cómo debe morir" y pide que se respeten las creencias religiosas de su hijo.
Camille Westphal Perrier