
Asesinatos, torturas, esclavitud... los migrantes que son sistemáticamente detenidos en Libia son víctimas de atroces abusos, en particular mujeres que son violadas a cambio de comida y agua, denunciaron este miércoles investigadores de la ONU.
Las mujeres migrantes, incluidas las menores, son especialmente vulnerables a esta violencia sexual, aunque los hombres también son víctimas, y dicen haber sido "obligadas a tener relaciones sexuales (...) a cambio de alimentos u otros productos de primera necesidad".
“El riesgo conocido de violencia sexual en Libia es tal que algunas mujeres y niñas migrantes se colocan un implante anticonceptivo antes de viajar allí para evitar un embarazo no deseado debido a esta violencia”, indican los autores del informe.
Una migrante, que había estado cautiva en Ajdabiya, les describió cómo sus captores exigían sexo a cambio de agua, agua que necesitaba para su hijo enfermo de seis meses.
La misión de investigación, creada en junio de 2020 por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, se encarga de documentar los abusos cometidos en Libia desde 2016. Su mandato finaliza pero el grupo de países africanos ha presentado un proyecto de resolución para prorrogarlo nueve meses . Se discutirá a finales de la próxima semana.
En octubre pasado, los investigadores aseguraron que en Libia se cometen crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad desde 2016, incluso en prisiones y contra migrantes. Sin embargo, la lista de los presuntos autores de estas atrocidades sigue siendo confidencial.
El Consejo Editorial (con AFP)