
Varios cargos electos de Loiret llamaron este jueves al Estado a "asumir sus responsabilidades" ante las molestias que sufren los vecinos de una reunión anual de unos 40.000 viajeros miembros de una asociación evangélica en Nevoy (Loiret), en unos terrenos que suele acomodar a la mitad de ellos.
“Antes del Covid teníamos entre 15.000 y 20.000 peregrinos. (…) 40.000, eso genera mucho fastidio. No estamos preparados para recibir a tanta gente. La población está desbordada, algún día habrá una tragedia” , señaló el alcalde de DVC de Gien, cerca de Nevoy, Francis Cammal.
“Es una anarquía total”, lamentó el funcionario electo, refiriéndose a las conexiones salvajes a las redes de agua y electricidad, así como a los participantes haciendo sus negocios en las veredas, espacios verdes y terrenos privados de la aglomeración. La reunión anual de la asociación evangélica Vida y Luz se realizará hasta el domingo.
“La gente no entiende que lo dejamos pasar, pero no tenemos la mano. El Estado debe asumir sus responsabilidades para reducir el número de participantes. 40.000, no es manejable”.
El martes, esta situación casi degeneró, según el señor Cammal: un octogenario fue detenido luego de disparar al aire hacia un grupo de viajeros que ingresaban a sus tierras para hacer sus necesidades, afirmó.
Bajo custodia policial, el hombre "indicó haber disparado al aire, sin intención de herir a nadie", confirmó el fiscal de Montargis Jean-Cédric Gaux. "No hay heridos" y el octogenario será juzgado en noviembre por "violencia con arma, sin incapacidad".
4.000 controles en carretera
“No esperen una tragedia para actuar”, pidió al Estado la diputada RN de Loiret Mathilde Paris.
"Lo que vuelve son los excrementos. (...) Si no hubiera eso, creo que pasaría"
“Gien tiene 13.000 habitantes: 40.000 personas que aterrizan de repente, la ciudad no es capaz de absorber”, estima el electo, pidiendo también al Estado que establezca un aforo en el futuro.
El prefecto de Loiret Régine Engström estuvo allí el miércoles. La prefectura dijo el jueves que el dispositivo contaba con 250 gendarmes para supervisar a 38.000 participantes.
Los militares realizaron cerca de 4.000 controles de vehículos, observaron 177 infracciones de tránsito y emitieron 56 multas por abandono de desechos, dijo la prefectura.
Del lado de Vida y Luz, Joseph Charpentier describió una situación mucho menos sombría.
"Es cierto que cualquiera que sea la naturaleza de los peregrinos, 40.000 participantes en un pequeño pueblo rural, crea una vergüenza. (...) El Giennois tampoco está en llamas y sangre. Hay 250 gendarmes presentes. No está organizado anárquicamente"
En cuanto al aspecto sanitario, el párroco explicó que ha instalado un centenar de aseos en el recinto de la asociación.
“Tengo un equipo de 12 personas escuchando a los alcaldes y vecinos de la zona, que limpiarán a demanda cuando se ensucie el terreno”
Redacción con AFP
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