
Hoy has podido descubrir el testimonio de Fady Ghobrial, un ex drogadicto que vio su vida transformada por su encuentro con Dios.
Le testigo de este egipcio que creció en Boston y que pasó, según él mismo, "de las drogas a la fe", es un gran estímulo.
Un estímulo para salir de nuestra zona de confort y hablar de Dios.
Lo que me llamó la atención cuando descubrí esta historia fueron todas las personas que Dios puso en el camino de Fady Ghobrial y su familia para permitirle conocerlo.
Después de todo, ¿no es nuestro llamado común dar testimonio de las buenas nuevas?
“Id, haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19), nos dice el famoso versículo.
En una era perturbada por el fanatismo religioso, un sentimiento reforzado porintento de Conflans-Sainte-Honorine y donde fácilmente se puede confundir proselitismo y evangelización, a los cristianos a veces nos resulta difícil compartir nuestra fe.
El pasado domingo tuvo lugar el Día Mundial de los Misioneros con motivo de lo cual el Papa Francisco recordó que es el Espíritu Santo quien nos “empuja” y nos “lleva” a “poner en movimiento”.
Así que estemos atentos a la forma en que Dios quiere usarnos y ya que las acciones son mejores que mil palabras, seamos la luz de este mundo gracias a nuestras acciones.
Como estos Misioneros suecos en China quienes a principios del siglo XX "dedicaron su corazón, alma y toda su vida a China".
Amemos también a nuestro prójimo de una manera que te desafíe y te haga querer ser imitado.
Camille Westphal Perrier