
La persona de Jesús interpela.
Naturalmente, los cristianos lo ven como el Hijo de Dios y una figura clave en su fe. Sin Jesús, sin cristianos. Los cristianos incluso toman su nombre de Cristo. Como resultado, tendemos a “adueñarnos” de Jesús y verlo solo a través de nuestros anteojos cristianos. Lo que la Biblia dice acerca de Jesús es quien creemos que es.
Sin embargo, la forma en que los cristianos imaginamos y conocemos a Jesús es significativamente diferente de lo que otros dicen de él.
Los musulmanes, por ejemplo, tienen una concepción completamente diferente de Jesús. Al estar desprovisto de su naturaleza divina, se le considera el primero de los profetas después de Mahoma, pero es solo una sombra de lo que la Biblia y los cristianos dicen de él.
Para la sociedad secularizada, cuando no niega la existencia de Jesús, vagamente lo convierte en “revolucionario”, “gran pensador”, “fundador de la mayor religión del mundo”, “apóstol de la no violencia”. Pero todo esto, de nuevo, solo hace de Jesús un gran hombre, como lo han sido algunas personas hermosas a lo largo de la historia.
El budismo tibetano busca voluntariamente establecer puentes con el mensaje de Cristo, creyendo que, fundamentalmente, todos somos defensores del mismo mensaje.
El entorno cultural occidental hace de Jesús una pieza central del arte y las creencias que han inspirado obras maestras por miles, como podría haber sido cualquier tema candente del día.
El cristianismo, por su parte, si bien ha valorado diversamente a otros personajes bíblicos o extrabíblicos, siempre ha colocado a Jesús en la cima de sus referencias, dándole una naturaleza que va más allá de la simple humanidad, aunque sea excepcional y ejemplar.
Entonces, ¿qué dice realmente la Biblia acerca de Jesús? ¿Puede al mismo tiempo estar en el corazón de nuestra fe e inspirar nuestra cultura?
Para ir más lejos en la profundización de vuestro conocimiento de la persona de Jesús, el equipo editorial se complace en ofrecerle un extracto del libro de Jonathan Hanley "Discovering Jesus", en colaboración con eXcaléo y la Liga de Lectura de la Biblia.
Puedes descargarlo haciendo clic aquí.
Pascal Portoukaliano