
El año 2022 ha visto traspasar un umbral simbólico en materia de eutanasia en los Países Bajos, donde una de cada veinte muertes ha sido provocada por médicos a petición de personas que ya no quieren vivir. Entre ellos, las parejas.
En 2001, los Países Bajos se convirtieron en el primer país en legalizar la eutanasia a petición de la persona que deseaba morir. Sigue aumentando el número de solicitudes de asistencia médica, oficialmente fueron 8 en 720 sin que se conozcan las causas de este incremento. Esto representa el 5,1% de todas las muertes en el año, frente al 4,5% en 2021 (7666 muertes).
Deben cumplirse seis condiciones, presentadas como garantías, para que se acepte una solicitud de eutanasia. Entre ellas se encuentra la obligación de que la persona misma haga por escrito la solicitud de morir o que padezca por causas médicas. Legalmente, uno no puede tener buena salud y ser sacrificado.
Dudas sobre la monitorización de procesos
Las parejas no pueden hacer una solicitud conjunta de eutanasia, “las dos personas deben haber consultado cada una a un médico diferente, y ambos deben cumplir con todos los criterios”. El número récord de parejas de eutanasia del año pasado, 29, genera preguntas y críticas de los opositores a la eutanasia como Kevin Yuill, director ejecutivo de la asociación Humanists Against Assisted Suicide and Euthanasia (“Humanistes contre le suicide assisted and eutanasia”), quien expresó sus dudas. al periódico británico The Times:
“Es muy poco probable que el estado de salud de dos personas coincida hasta tal punto”.
El fuerte aumento en el número de parejas que han muerto de esta manera plantea la pregunta de si los procesos se controlan tan de cerca como exige la ley. Estos casos simultáneos sugieren que la eutanasia con demasiada frecuencia se deriva de un problema social, más que médico.
Por su parte, las comisiones regionales de vigilancia (RTE) aseguran que, desde 2001, sólo 133 casos de más de 90 no han cumplido con el marco legal.
Personas con autismo o discapacidad intelectual
Según un estudio publicado por Cambridge University Press, en los últimos años varias personas han sido sacrificadas en Holanda únicamente por su discapacidad intelectual o trastorno del espectro autista (TSA)
En efecto, los RTE verifican si el sufrimiento del solicitante es “insoportable, sin perspectivas de mejora”, y los médicos deben justificar estos criterios. Sin embargo, la base médica incluye “trastornos psiquiátricos, demencia, diversos síndromes geriátricos, síndromes de dolor crónico o enfermedades genéticas”. Por lo tanto, las personas con discapacidad intelectual o con TEA pueden usarlo.
El estudio de Cambridge University Press indica que, entre 2012 y 2021, hubo 59 eutanasias. Se basa en los resúmenes de 996 casos para estimar el número de los que se refieren a personas con discapacidad intelectual o trastorno del espectro autista. Según 927 informes, 39 personas tenían una discapacidad intelectual, 15 tenían un TEA y 20 tenían ambos.
En abril de 2023, Holanda legalizó la eutanasia para niños menores de 12 años que padecen enfermedades incurables y cuya esperanza de vida es corta.
Jean Sarpedón