Escasez de gasolina: lo que nos enseña el trabajo de los premios 'Nobel' de economía 2022

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Desde hace más de una semana, los automovilistas franceses se enfrentan a una situación de escasez de combustible tras las huelgas en varias refinerías. La noticia de la semana pasada también estuvo marcada, de forma mucho más discreta, por la entrega del premio del Banco de Suecia en honor a Alfred Nobel a tres economistas estadounidenses por su trabajar en los bancos y la estabilidad financiera.

Si estos dos hechos no tienen nada en común a priori, el trabajo de Douglas Diamond y Philip Dybvig, galardonados con el premio junto a Ben Bernanke, expresidente de la Reserva Federal de EE. UU. (Fed), arrojó una luz interesante sobre la situación actual en Francia.

En 1983, Diamond y Dybvig escribieron un artículo seminal que permitió comprender que lo que hace propósito de los bancos es también una fuente de su fragilidad. La existencia de los bancos se explica por su papel de intermediarios entre ahorradores y prestatarios. Los primeros buscan colocar sus ahorros en inversiones seguras y líquidas, es decir, disponibles en todo momento. Los prestatarios necesitan fondos, movilizados durante un período suficientemente largo, para poder invertir.

En l'absence de banco, es imposible transferir los excedentes de ahorro a los prestatarios debido a los diferentes plazos. Los bancos aseguran esta intermediación recaudando los ahorros disponibles a corto plazo para prestarlos a largo plazo. Al llevar a cabo esta transformación de madurez, los bancos contribuyen a la inversión y por tanto a la actividad económica.

Diamond y Dybvig han demostrado que esta actividad de intermediación es también lo que hace que los bancos sean intrínsecamente frágiles. Los bancos están estructuralmente en una posición de iliquidez porque parte del ahorro no está disponible a corto plazo ya que se presta a largo plazo. Normalmente, esta situación no supone ningún problema. Solo una parte limitada de los ahorros totales se retira diariamente. Por lo tanto, los bancos no están obligados a disponer de todos los ahorros colocados por los depositantes.

Profecías autocumplidas

Diamond y Dybvig están interesados ​​en situaciones de corridas bancarias durante las cuales muchos ahorradores querrán retirar sus ahorros al mismo tiempo, poniendo en dificultades a los bancos, e incluso al sistema bancario. Los orígenes de estas corridas bancarias son múltiples y van desde dudas sobre la solvencia de un banco hasta decisiones políticas como en Chipre en 2013 cuando el gobierno quiso gravar los depósitos.

El punto interesante del análisis de Diamond y Dybvig es mostrar que incluso si los retiros afectan inicialmente solo a un número limitado de ahorradores, pueden provocar una carrera hacia los mostradores de todos los depositantes debido a profecías autocumplidas y falta de coordinación. Supongamos que una proporción de ahorradores decide retirar sus depósitos. Si otros depositantes comienzan a dudar de la capacidad del banco para cumplir con las solicitudes de retiro, entonces es racional que retiren sus depósitos. Si estos depositantes llegan demasiado tarde, ya no podrán acceder a su dinero ya que el principio de retirada es el de la cola (primero en llegar, primero en ser atendido).

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A partir de ese momento, todos los depositantes se apresurarán a las ventanillas de los bancos para retirar sus depósitos. El banco no podrá hacer frente a todas estas demandas y se encontrará ante una situación de falta de liquidez que puede llegar a convertirse incluso en un riesgo de solvencia (si el banco tiene que vender urgentemente sus activos para obtener liquidez). Es posible que el fenómeno se extienda rápidamente a otros bancos, por ejemplo, si los depositantes que tienen cuentas en varios bancos retiran sus fondos de otros bancos.

Aunque este modelo es muy simple, arroja algo de luz sobre la actual escasez de combustibles. El desabastecimiento se explica principalmente por los paros que han afectado a varias refinerías. Sin embargo, los paros no explican las rupturas observadas en varias estaciones de servicio, particularmente en áreas inicialmente no atendidas por las refinerías cerradas. Una explicación de la escasez radica en el fenómeno de las profecías autocumplidas, revelado en el modelo de Diamond y Dybvig.

Las soluciones “Nobel”…

Como en el caso de los bancos, las gasolineras solo tienen una cantidad limitada deesencia y el principio que se aplica es el de la cola. Ante la alarmante noticia, muchos automovilistas anticiparon una incapacidad de las estaciones para poder atender a todos. Corrieron a las bombas a pesar de que sus necesidades eran limitadas, agotando las existencias y creando una situación de escasez de facto.

Es útil llevar la analogía un poco más allá estudiando las soluciones propuestas presentadas (o ignoradas) por Diamond y Dybvig para ver cómo podrían aplicarse en caso de escasez de combustible. Los dos economistas ofrecen dos soluciones para contrarrestar la carrera hacia los mostradores.

La primera solución es un sistema de seguros que permita a cada ciudadano tener sus ahorros cubiertos en caso de quiebra de su banco (100 euros por banco y por depositante dentro de la Unión Europea). El objetivo de este dispositivo es sobre todo preventivo, para evitar que se produzca el pánico, pero resulta inútil una vez que se ha materializado la crisis.

La segunda solución es más útil en caso de pánico. Consiste en evitar que los agentes retiren dinero más allá de un determinado umbral. En la práctica, esta solución tomó la forma de un monto máximo de retiro. Una solución similar se ha aplicado en algunas estaciones de servicio limitando el aforo máximo en cada repostaje o prohibiendo el repostaje de los depósitos auxiliares. El riesgo es entonces que los automovilistas “en pánico” multipliquen sus viajes al surtidor.

Una solución más cercana al modelo de Diamond y Dybvig sería implementar “bonos de combustible” que se adjuntarían a cada automovilista o vehículo y podrían modularse según las actividades (prioritarias o no), incluso con la posibilidad de ser canjeados. Esta solución es quizás teóricamente atractiva, pero sigue siendo técnicamente muy difícil de implementar en tan poco tiempo.

… y los otros

También es interesante estudiar soluciones no consideradas por Diamond y Dybvig. Los autores ignoran el papel de la creación de dinero en su análisis (lo cual es una limitación de su modelo). Ante crisis de liquidez, el banco central puede inyectar liquidez al sistema bancario para darle oxigeno a los bancos.

Con respecto a la gasolina, el gobierno ha comenzado así a utilizar acciones estratégicas para reducir la tensión. Sin embargo, la analogía con el sistema bancario tiene sus límites. A diferencia del dinero del banco central, el combustible no se crea ex nihilo. Esta solución, por tanto, implica reducir estos stocks con el riesgo de verse privados si la crisis persiste.

Finalmente, es útil preguntarse por qué los economistas no han pensado en la regulación de precios. Una solución a ambos problemas sería modificar el método de asignación de recursos según un principio de precio y no de racionamiento (cola). Concretamente, los bancos podrían cobrar retiros en proporción a la cantidad retirada o jugar con el precio del combustible.

También parece que los precios en la bomba han subido desde el comienzo de la escasez, particularmente en el zonas más tensas.

Esta solución tiene dos limitaciones esenciales. Por un lado, subir los precios es políticamente explosivo en la situación actual deinflación. Esta elección equivaldría a dar prioridad a los más ricos a riesgo de aumentar las tensiones y por tanto el origen del problema. Por otra parte, es dudoso que la regulación de precios sea la mejor herramienta en una situación de pánico, cuando los incentivos económicos pierden su eficacia.

La experiencia vivida podría servir para anticipar crisis futuras a fin de frenar lo antes posible los fenómenos de anticipación autocumplidas que están en el centro de las dificultades actuales.

Florian Leon, Oficial de investigación de la Fundación para Estudios e Investigaciones sobre el Desarrollo Internacional, Agencia Universitaria de la Francofonía (AUF)

Este artículo ha sido publicado de nuevo. La conversación bajo licencia Creative Commons. Lee elarticulo original.

Crédito de la imagen: Shutterstock / sylv1rob1 / Burdeos, Francia, 2019

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