¿Qué es la libertad después de 3 años de detención en Irán? Testifica un cristiano perseguido por su fe
“Estaba orgulloso de haber permanecido fiel a mi fe y de que, incluso a mi corta edad, me permitiera ser fuerte y valiente, a pesar de las dificultades que había soportado y frente a guardias de seguridad tan duros”.
Mojtaba Hosseini es un iraní convertido al cristianismo. Pasó más de tres años en la prisión de Shiraz por participar en una iglesia en casa. Para Artículo 18, da testimonio de la vida después de la prisión.
Hosseini recuerda cuando el guardia lo llamó. "Reúne tus cosas. Eres libre de irte". La perspectiva de libertad que se le ofrecía se oponía a la empatía que sentía por sus compañeros de prisión.
“Dios conmovió profundamente mi corazón y me mostró cuánto necesitaban la verdadera libertad que solo se puede encontrar en lo que Cristo hizo por ellos en la cruz, cuando tomó la culpa de todas las cosas malas que cada uno de nosotros haremos. Cristo quería estar tan cerca de ellos como la gente fuera de prisión, y tal vez incluso más cerca".
No miró hacia atrás, y cuanto más se acercaba Hosseini a la salida, más crecía en él la sensación de libertad. Entonces vio a su padre.
"Rápidamente corrí hacia él y lo abracé, y en ese momento su cálido y amoroso abrazo me dio una profunda sensación de paz que me hizo sentir como en el cielo y me alivió de todos los dolores y problemas de las últimas semanas".
Pero si de la prisión hubiera salido, la prisión no habría salido de él. Y Hosseini vivía con miedo. Al "placer indescriptible" de encontrar a su familia se oponían las pesadillas, la ansiedad ligada a las amenazas escuchadas durante los interrogatorios, pero también la impresión constante de ser seguido por agentes de seguridad.
A todo esto, sin embargo, se sumaba el orgullo. “Estaba orgulloso de haber permanecido fiel a mi fe y que incluso a mi corta edad me permitió ser fuerte y valiente, a pesar de las dificultades que había soportado y frente a guardias de seguridad tan duros”, afirma.
Está seguro de que su amistad y su pasión por Jesús alcanzaron “nuevas profundidades”.
MC
