República Democrática del Congo: los obispos sospechan que las políticas instrumentalizan el conflicto en Occidente

Los obispos católicos, sin nombrarlos, acusaron el domingo a los líderes políticos congoleños de instrumentalizar un conflicto comunitario que ha matado a cientos en el oeste de la República Democrática del Congo.
Esta violencia comunitaria se inició el pasado mes de junio en el territorio de Kwamouth (provincia de Mai-Ndombe), en torno a una disputa territorial entre los Teke, que se consideran originarios y dueños de las aldeas ubicadas a lo largo del río Congo a lo largo de unos 200 kilómetros, y los Yaka vino a instalarse después de ellos.
Desde entonces, la violencia se ha extendido a las provincias vecinas de Kwilu y Kwango hasta llegar a la comuna de Maluku, a la entrada de Kinshasa. Mataron al menos a 300 personas, según la ONG Human Rights Watch.
“Después de visitas pastorales, entrevistas, contactos y testimonios recogidos de diferentes capas de la población, hemos llegado a la íntima convicción de que detrás de este conflicto se esconden manos invisibles, sanguinarias, de Kinshasa”, afirmaron, en un comunicado, los obispos de nueve diócesis.
Lo dijeron en Kenge, al término de una asamblea episcopal de la región occidental, incluidas las diócesis ubicadas en las provincias de Kinshasa, Kongo-central, Kwango, Kwilu y Mai-Ndombe.
“A partir de una disputa territorial, este conflicto es retomado por + personas que defienden intereses ocultos de carácter político y económico +”. Se trata de una "instrumentalización del conflicto por parte de ciertos políticos en busca de legitimidad local", estimaron los prelados.
“Quiten sus manos sanguinarias de nuestras provincias, actúen con responsabilidad para proteger a nuestro pueblo, dejen de manipular e instrumentalizar a un pueblo ya herido por el sufrimiento, la miseria y el luto recurrente”, dijo parafraseando al Papa Francisco.
Durante su visita a Kinshasa a finales de enero, donde denunció el "colonialismo económico", el soberano pontífice declaró en particular: "¡Quiten las manos de África!", "Dejen de sofocar África: no es una mina que explotar ni una tierra saquear".
Los obispos congoleños también han instado a una "convivencia armoniosa entre los diferentes pueblos" de la RDC.
En Kisangani (centro-este), un conflicto similar se ha gestado desde abril entre miembros de las tribus Lengola y Mbole, mientras que las provincias orientales se han visto asoladas durante casi 30 años por la violencia mortal de grupos armados, locales y extranjeros.
El Consejo Editorial (con AFP)