
Diez días después del terremoto que mató al menos a 44 personas en Turquía y Siria, elAgencia Fides A contactó a Joseph Tobji, obispo maronita de Alepo.
El obispo da testimonio de la distribución de alimentos, frazadas y medicinas, acogida en albergues de emergencia. Por lo que evoca el necesario retorno de las familias a sus hogares, cuando sea posible.
"Pero no se puede vivir así por mucho tiempo, y ahora se le dice a la gente que intente volver a sus casas, si están un poco dañadas".
Precisa que “las Iglesias y comunidades eclesiales de Alepo han constituido también una comisión única con 15 ingenieros para verificar el estado de los lugares de culto y los edificios habitados por familias cristianas”.
“El trabajo de restauración debe comenzar lo antes posible porque las personas no pueden vivir fuera de sus hogares”.
Más allá de las “ruinas materiales”, el obispo quiere hablar también de las ruinas “espirituales”.
“Después de la conmoción y el terror, ahora empezamos a darnos cuenta de la magnitud de las ruinas materiales y espirituales que el terremoto ha dejado en nuestras vidas. Comienza un período difícil, en el que seremos llamados a confesar y testificar, incluso en esta situación, que nuestro Padre que está en los cielos nos ama y quiere nuestra salvación”.
En cuanto a la relajación de las sanciones contra Siria, el obispo de Alepo expresa escepticismo. "Parece que hay muchas mentiras al respecto", dijo.
MC