La comunidad internacional no hace lo suficiente para combatir la hambruna en África Oriental, dice Christian Aid

La agencia cristiana de desarrollo Christian Aid hace un llamado a la comunidad internacional para que actúe para combatir la hambruna en el este de África, diciendo que el sistema de ayuda actual "no está adaptado para responder a la escala cada vez mayor de las crisis emergentes".
Christian Aid publicó recientemente un comunicado de prensa, que califica la respuesta de la comunidad internacional "a las señales de advertencia de una crisis de hambre" en África Oriental como "extremadamente inadecuada".
Un informe de la agencia de desarrollo del Reino Unido publicado en agosto de 2022 titulado "Rompiendo la curita", indica que el hambre se ha más que duplicado en el último año en esta región del mundo.
El documento muestra que el número de personas con inseguridad alimentaria en Etiopía ha aumentado drásticamente, de 5,2 millones a 20 millones. Si bien ahora son 4,1 millones las personas que se enfrentan a la inseguridad alimentaria en Kenia, frente a los 2,1 millones de hace un año.
La organización cristiana cree que estos datos atestiguan que el sistema de ayuda actual “no está adaptado para responder a la escala cada vez mayor de las crisis emergentes”.
Mbaraka Fazal, responsable de ayuda humanitaria global de Christian Aid en Kenia, denuncia un “escándalo moral”.
“En un mundo donde hay suficiente comida para todos, es moralmente indignante que la gente se muera de hambre. »
“Si bien ayudar a las personas que actualmente enfrentan un hambre mortal es de suma importancia, también debemos comenzar a pensar a más largo plazo. Tenemos que aceptar que el sistema de ayuda es solo un emplasto que no puede responder a la escala cada vez mayor de las crisis emergentes”, continúa.
Añade que según la experiencia de la organización cristiana “la capacidad de las poblaciones para resistir las malas cosechas y el aumento de los precios de los alimentos se puede mejorar considerablemente con una acción preventiva de apoyo”.
“Para romper el ciclo del hambre, es hora de quitarse la venda e invertir en la construcción de comunidades resilientes durante y entre las crisis. Esto requiere financiamiento respaldado por el gobierno y conocimiento local para complementar los sistemas de alerta temprana y las acciones anticipatorias”, concluye el trabajo humanitario.
Camille Westphal Perrier