
La hermana Stan Therese Mumuni, miembro de las Hermanas Marianas del Amor Eucarístico, salvó la vida de más de 130 niños en Ghana. Fundó un refugio en la diócesis de Yendi, en el norte del país, para proteger a los niños con discapacidades físicas y mentales, abandonados o en peligro de muerte a causa de las creencias tradicionales.
Sor Stan Thérèse Mumuni, miembro de la Hermanas Marianas del Amor Eucarístico, realizó un acto heroico al salvar a más de 130 niños en Ghana, según informó Zenit. Estos niños, que padecían discapacidades físicas y mentales, fueron amenazados de muerte debido a creencias tradicionales que los consideraban "malos".
La hermana Mumuni fundó un refugio en la diócesis de Yendi, en el norte de Ghana, para brindar protección a niños vulnerables. Muchos de estos niños fueron abandonados por sus familias o amenazados de muerte debido a su discapacidad. Las creencias tradicionales profundamente arraigadas dentro de la comunidad consideraban que estos niños traían mala suerte.
Ella le dice a la caridad católica Ayuda a la Iglesia necesitada (EDA):
"Las creencias tradicionales afectan a los niños. Si un niño nace ciego, se le considera malo; si no puede hablar, se le considera malo. Si una madre muere durante el parto, la familia rechaza al niño porque se considera malo".
La hermana Mumuni cuida de estos niños con la ayuda de otras 15 monjas y 35 miembros del personal de Maison Nazareth pour les enfants de Dieu. Ella dice que algunos niños son confiados a ella en hospitales después de que sus madres los abandonaron, mientras que otras familias deciden llevarlos ellos mismos al refugio.
Y añade con emoción:
"Es terrible ver a un niño hermoso, y sólo porque no puede hablar, la gente piensa que debería ser sentenciado a muerte. Si tienes un niño que no ve en la comunidad, la mujer no puede ir a buscarlo". agua con las otras mujeres, o ir a la finca, porque le dicen que tiene un niño malvado. Y si hay alguna desgracia en el pueblo, se la ponen en la espalda al niño y lo matan.
La acción de sor Mumuni no se limita a la protección física de los niños, sino que también se ocupa de su bienestar espiritual. Ella comparte con orgullo:
"Mis hijos son guerreros de oración. En las comidas, aunque tengan mucha hambre, esperan que todos sean servidos y rezan antes de comer. Rezan el rosario todos los días. Cuando estoy ausente, cada vez que los llaman, me dicen que han orado por mí y por tal o cual persona."
Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) apoyó la construcción de un nuevo convento para las Hermanas Marianas del Amor Eucarístico en Ghana, permitiendo a la hermana Mumuni y a sus compañeras continuar su misión crucial de protección y cuidado de estos niños vulnerables.
Salma El Monser