
A medida que crece el antisemitismo en las redes sociales, los sobrevivientes se resisten a testificar. Para contrarrestar el olvido entre los más jóvenes, mientras desaparecen los supervivientes de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, Lily Ebert ha optado por llevar hierro a la red social más popular entre los adolescentes, TikTok.
“Mi número es A-10572. Eso es lo que era. No teníamos nombre, no éramos seres humanos. Simplemente nos trataban como números”, dijo Lily Ebert al Etiquetas, un diario alemán.
“Sobreviví al infierno y ahora estoy iluminando al mundo sobre el Holocausto. »
La presencia de Lily en TikTok choca doblemente con la imagen que devuelve la red. A pesar de sus 98 años, 1,9 millones de personas siguen su discurso que rompe con los mensajes habituales en las páginas de la red social china. Si bien la regla implícita no es la seriedad, sino la diversión.
Lily llegó en 1944 al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, donde perdió a su madre y dos de sus hermanos. Ha dedicado su vida a informar sobre el Holocausto y continúa esta misión hoy en TikTok.
Para sortear la regla extraoficial que desvaloriza la información, la casi centenaria asocia sus mensajes serios con contenidos lúdicos. Habla sobre sus recuerdos del campo, los crímenes nazis, así como las festividades judías, y publica videos de pasteles o animales salvajes en el zoológico. Como resultado, su contenido serio obtuvo hasta 32 millones de "me gusta".
Contrarrestando la banalización del olvido y la negación del Holocausto
Las publicaciones de los sobrevivientes son una gota en el océano TikTok (500 millones de usuarios activos en más de 150 países) utilizada por algunos para difundir su antisemitismo. El número de este tipo de contenido ha aumentado en un 912 % en un año y el de nombres de cuentas antisemitas como "holocaustwasgood" (el holocausto fue bueno) en un 1 %, según un estudio de 375 realizado por dos investigadores israelíes. Presentado de manera festiva, el contenido antisemita puede llegar a una audiencia joven e ingenua.
Pero más allá del antisemitismo, la falta de reflexión sobre el nazismo la mantienen videos y fotos de jóvenes mostrándose haciendo acrobacias o malabares en los lugares donde perecieron millones de seres humanos.
Prácticas muy seguidas en las redes sociales, que banalizan el mal y que Lily Ebert y otros como el artista germano-israelí Shahak Shapira han optado por contrarrestar, autor del proyecto “Yolocaust” (un acrónimo que combina la expresión popular entre los jóvenes “Yolo” –“solo se vive una vez”– y “Holocausto”). Photoshopea estas imágenes integrando las de personas asesinadas por los nazis.
Jean Sarpedón