
Timothé dejó su trabajo como docente hace tres años para vivir de su pasión: el video. Ahora director, nos cuenta cómo pone sus habilidades al servicio de su fe.
Es con una sonrisa en el rostro que el joven de 26 años cuenta cómo dejó el servicio público hace tres años, para emprender una carrera como showman intermitente, con su cuota de inseguridades. “Tenía miedo, pero me apasiona el video, así que me atreví a hacerlo”, dice Timothé. Hoy vive de ello y se considera “afortunado”. Así que pasa sus días captando clientes potenciales, filmando y editando videos en su casa en la región de París. “Trato de especializarme en documentales. Soy principiante pero eso es lo que más me gusta. Al mismo tiempo, trato de poner mis habilidades al servicio de Dios”.
Testificar en todos los sentidos
“Como cristianos, creo que todos queremos dar testimonio de quién es Jesús a diario”, continúa Timothé. Así que el joven director trata de hacerlo lo mejor que puede, y de todas las formas posibles. “En mi forma de comportarme con mis equipos técnicos, por ejemplo. ¿Dónde más entonces al rechazar travesuras administrativas? Además, trato de trabajar regularmente para proyectos cristianos…”, enumera el videógrafo, antes de agregar: “También pongo mis habilidades al servicio de mi Iglesia de forma voluntaria”.
ministerio de videos
Porque si Timothé mencionó las dificultades ligadas a la precariedad de su trabajo, también reconoce que su condición intermitente le otorga algunas ventajas, comenzando por su tiempo libre. Un tiempo que decidió aprovechar para… hacer video. “Creo profundamente que el video puede ser una herramienta al servicio de Dios. Esto es algo que notamos con el Covid en particular, cuando desarrollamos los cultos en línea. Entonces, con su Iglesia, Timothy ha desarrollado un ministerio de video del cual es responsable. “Continuamos con la adoración en línea, pero también estamos desarrollando muchos formatos nuevos, por ejemplo, para redes o para uso interno”.
Del culto en línea al bautismo
Y recientemente, Timothy y su equipo de ministerio de video tuvieron la oportunidad de regocijarse. “Asistimos a un bautismo en nuestra Iglesia. Durante su testimonio, el joven explicó que se había convertido durante el confinamiento, al ver nuestros servicios en línea. Una anécdota alentadora, pero también una lección de humildad para el joven. “Poco antes, estaba frustrado por la falta de medios técnicos para capturar cultos. ¡Así que este bautismo me recordó que solo Dios está a cargo!”
Theo Lombardo