
Esto es progreso, todavía no una revolución. No se trata, por el momento, de hablar del descubrimiento de un “tratamiento para la trisomía 21”. Sin embargo, los resultados del estudio realizado por un equipo franco-suizo son asombrosos. Siete voluntarios varones con síndrome de Down, de entre 21 y 20 años, aceptaron participar en este ensayo pionero, con el apoyo de sus familiares. El principio: un tratamiento hormonal destinado a mejorar sus capacidades cognitivas. Tras seis meses de tratamiento, se observó en cada uno un aumento muy claro de las conexiones neuronales entre determinadas zonas de su cerebro. Seis de ellos vieron aumentar sus capacidades cognitivas entre un 50 y un 10 %. Después de esta prueba, las conexiones entre ciertas áreas del cerebro parecen haberse modificado y mejorado, y esto para todos los pacientes.
Ahora se necesitan más pruebas clínicas. tras este primer ensayo coordinado por la profesora Nelly Pitteloud, jefa del departamento de endocrinología del centro hospitalario Vaudois en Lausana (Suiza). Pero, ¿cuál fue el sistema implementado para lograr estos primeros resultados alentadores? Una pequeña bomba, bastante similar a la que usan los diabéticos para sus inyecciones de insulina, entregó intermitentemente a los siete participantes en este ensayo, una dosis de una hormona llamada GnRH (Hormona liberadora de gonadotropina). Fueron los equipos de Lille del laboratorio de neurociencias y cognición dirigidos por Vincent Prévot quienes iniciaron este camino hormonal. De hecho, estos investigadores habían identificado el hecho de que ciertos genes relacionados con la regulación de la GnRH se encuentran precisamente en el cromosoma 21. Su hipótesis de trabajo, que será verificada: existe un vínculo entre la disfunción de la GnRH y las dificultades de aprendizaje o incluso cognitivas. discapacidad. Al reactivar la secreción normal de esta hormona, los investigadores incluso podrán restaurar el rendimiento cognitivo en ratones "trisómicos" comparables a los de los ratones "no trisómicos". La reunión entre el investigador de Lille y el médico suizo en 2019 los convencerá de probar este enfoque en pacientes con síndrome de Down, con respeto por la ética, las familias y, por supuesto, los pacientes.
A la vista de los buenos resultados obtenidos, ya pesar de la ausencia de un grupo placebo, ya se ha aprobado el principio de un ensayo más amplio. ¿Los cambios obtenidos son duraderos o se debe continuar con la administración de hormonas? Sin duda, este estudio permitirá conocer y, en su caso, ampliar el uso de la bomba de GnRH para mejorar el día a día de las personas con síndrome de Down.
judikael hirel
fuente: Alianza Vita
Este artículo se publicó en Selección del día.