
Pramila Patten, Representante Especial del Secretario General para la Violencia Sexual en Conflictos Armados, denunció este lunes la multiplicación de denuncias de violencia sexual cometida por las tropas rusas en Ucrania. Lamenta la “clara discrepancia” entre la realidad sobre el terreno y los compromisos asumidos por la comunidad mundial de prohibir el uso de la violación como arma de guerra.
A medida que la guerra en Ucrania superó los 100 días el viernes, aumentan las denuncias de violencia sexual perpetrada por soldados rusos, según Pramila Patten, Representante Especial del Secretario General para la Violencia Sexual en los Conflictos Armados.
Hablando ante el Consejo de Seguridad de la ONU el lunes, Pramila Patten habló de su reciente visita al país devastado por la guerra y dijo que observó "el abismo" que existe entre las "numerosas resoluciones del Consejo, respaldadas por el derecho internacional, que prohíben el uso de la violencia sexual como táctica de guerra” y “la realidad sobre el terreno para los más vulnerables”.
“Dolorosamente, mi visita ha puesto de relieve la brecha que aún existe entre la aspiración de prevención expresada por este Consejo a través del sólido marco normativo que se ha establecido durante la última década, y la realidad sobre el terreno para los más vulnerables. »
Según la ONU, al 3 de junio, el equipo de monitoreo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) ha recibido informes de 124 casos de presunta violencia sexual cometidos en el contexto de la guerra en Ucrania.
En su mayoría “mujeres y niñas”, aunque algunos casos también se refieren a “hombres y niños”.
Se obtuvieron varios testimonios gracias al establecimiento de una “línea directa nacional sobre violencia doméstica, trata de personas y discriminación de género”.
Revelan actos de gran brutalidad que van "desde la violación en grupo hasta la coacción, donde los familiares son obligados a presenciar un acto de violencia sexual cometido contra una pareja o un hijo".
Ante esta emergencia, Pramila Patten instó a los actores humanitarios a priorizar el apoyo a las sobrevivientes de violencia sexual y actuar sin demora.
"Un campo de batalla activo nunca conduce a una 'contabilidad' precisa [...] si esperamos datos y estadísticas concretos, siempre será demasiado tarde", dijo, y agregó que "no necesitamos datos concretos para fortalecer respuesta humanitaria, ni para que todas las partes establezcan medidas preventivas”.
También detalló las disposiciones de un marco de cooperación recientemente firmado para combatir estos delitos y dijo que "ayudará a fortalecer la cooperación entre quienes luchan y disuaden la violencia sexual en Ucrania".
Camille Westphal Perrier